La primera habitación que nos asignaron estaba hedionada a tabaco, pero nos la cambiaron.
El aseo de las habitaciones no es a diario como se publicita.
La aislación de los ruidos con las otras habitaciones es mala, cuando otras habitaciones cierran las puertas, hasta vibran las paredes.
La ultima noche nos depertaron niños corriendo, gritando por el pasillo, no hay orden o reglas al parecer.
En el baño nos tocaron toallas rotas y algunas manchadas