La zona antigua de Besancon, que solía ser un asentamiento romano llamado Vesontio, está casi totalmente rodeada por el río Doubs. La zona nueva de la ciudad cuenta con una gran variedad de restaurantes finos y hoteles. Encontrarás verdaderas joyas culturales e históricas en la parte antigua de Besancon.
Para complementar tu viaje, visita la grandiosa Ciudadela de Besancon. El ingeniero militar Vauban diseñó esta ciudadela del siglo XVII para el rey Luis XIV, la cual se eleva 100 metros (328 ft) sobre la ciudad. Pasea por las murallas exteriores y contempla la vista panorámica del río que serpentea por las colinas frondosas de las montañas del Jura.
El Museo de la Resistencia y la Deportación se encuentra en el interior de las murallas de la ciudadela. Este es uno de los museos de la Segunda Guerra Mundial más completos que hay en el país, y cuenta con una gran colección de artículos, documentos y fotos que describen con gran detalle el papel que desempeñó la ciudad de Besancon durante la guerra. Para entretener a los más jóvenes, visita el Zoológico de Besancon, que se encuentra detrás del museo. Observa a los leones y los tigres, o dirígete al insectario para ver las tarántulas, los insectos palo y los escorpiones.
Camina de regreso a la ciudad por la colina o utiliza el servicio de camión que sale frecuentemente desde la ciudadela hacia el centro de Besancon. Aquí encontrarás el Museo de Bellas Artes y Arqueología. Este museo se inauguró en 1694, lo que lo convierte en uno de los más antiguos de Francia. Observa las exhibiciones para descubrir varios objetos poco comunes, como las momias egipcias antiguas y los mosaicos romanos. Sigue explorando el museo para ver las pinturas de diferentes artistas famosos, como Tiziano, Rubens y Goya.
La ciudad de Besancon cuenta con una fabulosa variedad de restaurantes para todos los gustos. Aquí puedes encontrar una gran cantidad de restaurantes tradicionales franceses, además de diferentes especialidades de la cocina internacional. Si solamente quieres un tentempié, toma asiento en una cafetería ubicada junto al río, bajo la sombra de la ciudadela, y prueba los vinos blancos y los quesos característicos de la región.