Este hotel está convenientemente ubicado a corta distancia del Zoológico, donde hay una estación del metro y otra de autobuses. El aeropuerto de Tegel está a menos de 20 minutos y muy cerca también hay tiendas espectaculares, atracciones y sitios históricos. Las habitaciones son muy cómodas y el diseño es fresco y relajado. Sólo resulta extraño que los olores de la cocina del restaurante, muy bueno por cierto, se filtren a los pasillos de los primeros pisos. Por lo demás, muy recomendable.