El hotel/residencia de estudiantes está muy bien, las habitaciones (y los baños) son muy pequeñitas, pero están limpias y tienen lo necesario. Además hay una cocina común por piso, que siempre está muy limpia también. Yo siempre reservo este hotel cuando vengo a ver conciertos a BCN a la sala Razzmatazz, que está a un minuto andando. Hay dos paradas de metro de dos líneas diferentes cerca. La única pega es que la cama no llega a ser de matrimonio, es un poco más estrecha, pero te apañas. Ah! Y al menos ahora, hay obras al lado, así que el ruido se nota. Unos buenos tapones para los oídos no vienen mal.