Arquitectónicamente es precioso, conjuga la vegetación y la modernidad, haciendo que la experiencia sea muy reconfortante. Las habitaciones muy modernas con unas vistas espectaculares, nosotros estuvimos en la planta 21. En temporada debe ser todavía más bonita la terraza de la planta 26 con su piscina y bar. El desayuno espectacular, completísimo y el personal amabilísimo.