Entre las hormigas que invadieron nuestra habitación y el trato poco agradable del personal de recepción, no me han quedado ganas de volver jamás.
El personal de limpieza es muy amable, pero inagino que tienen tal carga de trabajo, que nuestra habitación la limpiaban por la tarde (si, justo en el momento de echar la siesta).
Comenté en recepción que nuestra habitación se estaba llenando de hormigas, su respuesta fué “ahh, ya han llegado a la segunda planta?” Y nos dieron un matamoscas....
la habitación está bien, la cocina es suficiente, es fácil aparcar... Pero en mi opinión lo malo gana a lo bueno.