Es la segunda vez que me alojo en este hotel y lo recomiendo por las siguientes razones: La ubicación es excelente, a solo unos pasos de la estación de tren. También está a pocos minutos del centro de la ciudad y tiene un supermercado al lado, lo cual resulta muy conveniente pues existe una cocina donde se puede preparar comida. Elena siempre fue muy amable, es fácil contactarse con ella, sabe hablar inglés y te entrega su numero de teléfono para cualquier necesidad, además de recomendarte lugares para visitar en la ciudad o fuera de ella. El desayuno es muy bueno, las habitaciones son limpias y cuentan con calefacción en invierno. También el hotel dispone de una terraza con una buena vista para disfrutar. Elena admite dejar equipaje en caso de viajar con carga más ligera y también dispuso el desayuno media hora más temprano de lo habitual un día que teníamos que tomar un tren a las 8 de la mañana. En general es un lugar muy conveniente y acogedor, Elena te hace sentir como en casa. Volvería aquí cada vez que tenga que visitar Arezzo.