Pese a la inmejorable ubicación, el piso no era para nada como nos lo esperábamos, la cocina tenía grietas entre los azulejos por las cuales se asomaban cucarachas constantemente. Es importante recalcar que la cocina es de gas, no es un problema pero si una molestia. El horno, también de gas fue un absoluto quebradero de cabeza, hasta que se encendía tenías que estar media hora. El salón está bien y tiene una terraza muy espaciosa, sin embargo, la televisión no funciona en condiciones y los utensilios de cocina son rudimentarios y estaban grasientos cuando llegamos. En cuanto a las habitaciones, espacio reducido y carencia de limpieza, una de las almohadas tenía manchas de sangre y otra manchas blancas, el perchero de detrás de la puerta estaba desatornillada al igual que una de las baldosas del armario de la cocina que estaba suelta y se cayó todo lo que tenía encima. El baño, claustrofóbico y mal equipado (la correa de la alcachofa estaba algo agujereada y el termo presentaba la capacidad suficiente como para que se ducharan dos personas con agua caliente, los otros cinco con agua templada y en la mayoría de los casos helada), las cucarachas antes mencionadas se daban paseos esporádicos por los 3 m² de baño. La dueña muy simpática, pero el piso bastante decepcionante.