Según la mitología incaica de esta montaña y los lagos cercanos –entre los que destaca la Sibinacocha– da a luz la energía masculina que fertiliza a la Madre Tierra, la Pachamama. Después de un largo curso, las aguas se pierden en las tierras desconocidas del Amazonas, solo para volver a llenar los lagos y glaciares cada noche, transformados en el Río de las Estrellas o Willkamayu, conocido en Occidente como la Vía Láctea. La comunidad Chillca, compuesta por pastores de llamas y alpacas, es conocida como la guardiana de estos paisajes vírgenes. Desde aquí, se puede realizar caminatas por la montaña, pasando la noche en confortables albergues o tambos, destacándose Machuracay Tambo, en una caminata conocida como el “Camino del Ausangate Apu”.