Comenzamos con el desayuno en el tranquilo municipio de Paraipaba, donde los aromas de las delicias locales se mezclan con la brisa del mar.

Luego nos dirigimos a Lagoa do Paraíso, donde se paga la tasa de turismo sostenible. Aquí los viajeros tienen tiempo para sumergirse en las aguas cristalinas y relajarse en las famosas hamacas sobre el agua.

La siguiente parada es Buraco Azul, una piscina natural escondida enclavada entre rocas milenarias, donde el agua brilla con un azul profundo que cautiva la vista de los visitantes.

El Árvore da Preguiça (Árbol del Perezoso) ofrece una oportunidad única para capturar momentos memorables.

Al ingresar al vibrante pueblo de Jericoacoara, los viajeros están invitados a explorar una caminata ecológica que nos lleva a la majestuosa Pedra Furada (Piedra Agujereada), un hito natural que hace eco de leyendas e historias antiguas.
A medida que se pone el sol, el Parque Nacional Jericoacoara se transforma en un espectáculo de colores, especialmente en las Dunas da Lagoa do Amâncio (Dunas de la Laguna de Amâncio), donde nos detenemos para presenciar la fascinante puesta de sol.