Frente a ti solo costa salvaje, vislumbres de roca blanca y agua que cambia de color a cada giro.
El barco se desliza por uno de los tramos más bellos de la costa de Palermo, entre calas escondidas, fondos marinos claros y cuevas naturales esperando ser descubiertas. Hay tiempo para sumergirse, nadar libremente, explorar el fondo marino con una máscara o simplemente para relajarse bajo el sol con la mirada perdida hacia el horizonte.
Entre un brindis y un descanso relajante, podrás admirar la majestuosidad de la Reserva Capo Gallo y sorprenderte por la belleza de las cuevas que guarda: rincones secretos donde el mar se vuelve aún más intenso y el silencio da una paz rara.
Una experiencia que no es solo un viaje en barco, sino una forma de experimentar el mar más auténtico, lento y maravilloso.