¡Haga un recorrido por Burdeos y visite ambos lados: ciudad nueva y ciudad antigua!

Ven por el vino, quédate por el canelé y vete pensando si tu nevera de casa volverá a tener suficiente algún día.

Burdeos no es sólo una región vinícola. Es el paraíso de los pasteles con mantequilla, el paraíso de los amantes del queso y la zona cero para los snobs de la comida con un gusto excelente.

En este relajado recorrido a pie, un entusiasta de la gastronomía local lo guiará por el elegante casco antiguo, deteniéndose en tiendas de alimentos artesanales, vinotecas familiares y lugares emblemáticos. En el camino, probarás lo mejor de Burdeos: pasteles hojaldrados, tintos intensos, rillettes de pato, quesos que muerden y chocolates que no necesitan el estatus de postre para brillar.

Si tienes hambre de sabor y eres alérgico a las trampas para turistas, esta es para ti.