Transnistria ha conservado muchos monumentos, equipos, lugares atractivos y datos soviéticos que será interesante para todos conocer. Visitar Transnistria es como viajar en una máquina del tiempo: allí no ha cambiado mucho desde hoy. Las ciudades de Bender y Tiraspol conservan muchos monumentos soviéticos, con una arquitectura específica. Deberías venir a Transnistria, especialmente si eres de un país que nunca formó parte del bloque soviético ni estuvo controlado por él. Le ayudará a comprender cómo era la realidad cotidiana de millones de personas en la Unión Soviética. Visitará un “museo” de la época soviética prácticamente conservado en su totalidad.
Dependiendo del número de reservas, en ocasiones el tour podría ser privado o compartido con grupos pequeños, de hasta 8-10 personas. Pero según nuestra experiencia, la mayoría de nuestros grupos son de 3, 4 o 5 personas.