Situada cerca de la esquina sureste de Sicilia en la costa jónica, Siracusa está construida sobre un antiguo asentamiento griego fundado por los corintios en el 734 a. C. Siracusa fue la ciudad de Arquímedes, Píndaro y Esquilo, cuyas obras aún se representan en el enorme anfiteatro y es la ciudad de Italia que conserva más historia griega. El barrio residencial más antiguo de Siracusa es una isla, Ortigia, del griego que significa codorniz, probablemente llamada así por la abundancia de ese pájaro en esta área. Ortigia está conectada con la isla de Sicilia a través de dos puentes cortos y es conocida, entre muchas otras cosas, por el manantial de agua dulce de Arethus. Es el corazón y, al mismo tiempo, el punto de partida para una visita al valle del barroco siciliano. Su catedral, también perfectamente levantada y reconstruida de nuevo después de 10 años de arduo trabajo, fue incluida en los sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO.