Descubre las joyas ocultas de Roma con el recorrido en bicicleta por las catacumbas de San Calisto y la Vía Apia
Es hora de pasar por debajo de la antigua ciudad y tener una historia romana diferente para contarles a tus amigos y familiares. No hay muchos lugares de Roma que estén fuera de lo común, así que pasaremos a la clandestinidad para presenciar las maravillas de la antigua Vía Apia.
Este emocionante sitio es algo que nunca habrías visto antes: la naturaleza, el arte y la historia convergen en su máxima expresión. ¡El epítome de Roma! Las murallas aurelianas allanarán el camino para el recorrido más emocionante que nuestra empresa ofrecerá a sus huéspedes.
Parque regional de la Vía Apia: donde convergen la naturaleza, el arte y la historia
Experimente el epítome de Roma mientras conduce nuestras bicicletas eléctricas profesionales por los exuberantes prados y los cautivadores sitios arqueológicos de la antigua Vía Apia, ¡como el Parque Regional!
Las murallas aurelianas preparan el escenario para una aventura inolvidable, que muestra lo mejor de la naturaleza, el arte y la historia de Roma.
Descubre los secretos de la cantera romana
Desciende 40 pies a través de una cantera romana y descubre una historia que ha permanecido oculta durante siglos. Te contaremos una historia que no se ha contado durante mucho tiempo. Las galerías tranquilas pero fascinantes que alguna vez albergaron antiguas catacumbas romanas se convirtieron más tarde en refugios antiaéreos durante la Segunda Guerra Mundial;
¡Sin nuestro recorrido, no tendrías la oportunidad de presenciar estos increíbles y exclusivos sitios!
Adéntrate en los secretos de las catacumbas de San Calisto
Las catacumbas de San Calisto forman parte del llamado complejo calistiano, un área de unas 30 hectáreas entre la Via Appia Antica, la Via Ardeatina y la Via delle Sette Chiese, en Roma, que alberga varias áreas funerarias y catacumbas
Las catacumbas se levantaron a finales del siglo II, con algunos hipogeos cristianos privados y un área funeraria que dependía directamente de la iglesia romana. Toman su nombre del diácono Calisto I, nombrado por el Papa Ceferino para administrar el propio cementerio. Tras ascender al trono papal, el Papa Calixto I amplió el complejo funerario, que pronto se convirtió en el oficial de la Iglesia.