La Piazza Napoleone, también conocida como “Piazza Grande”, es históricamente el centro del poder político de la ciudad. Hoy en día, la Piazza Napoleone está llena de vida y acoge eventos culturales y conciertos, entre los que se incluye el Festival de Verano de Lucca.

La fachada de la iglesia es conocida por su asimetría: de hecho, uno de los arcos, construido en el siglo XII, es más pequeño debido al campanario preexistente. La iglesia alberga obras maestras como el monumento funerario de Ilaria del Carretto, la Sagrada Conversación de Ghirlandaio, la Última Cena de Tintoretto y el retablo de Fra’ Bartolomeo. Veremos esta iglesia desde fuera pero, si quieres, ¡no dudes en entrar!

Lucca es conocida como “la ciudad de las 100 iglesias”, pero durante la Edad Media su “skyline” no solo estaba dominado por campanarios, sino también por numerosas torres construidas por familias nobles. Estas torres representaban el estatus social: cuanto más alta era la torre, más importante era la familia.

La iglesia de San Michele, situada en la antigua plaza romana de Lucca, conocida como Piazza San Michele in Foro, data del siglo VIII y está dedicada al arcángel Miguel. En la parte superior de la iglesia, domina una gran estatua de mármol del Arcángel Miguel, de 4 metros de altura, con alas hechas de láminas de metal, representada derrotando al dragón. Según la leyenda, en los días más claros, se puede ver un resplandor que sale de la estatua, atribuido a una esmeralda engastada en la antigüedad, que nunca se ha encontrado.

La Torre se encuentra en la esquina de Via Sant’Andrea y Via delle Chiavi d’Oro, fácilmente distinguible desde cualquier punto de la ciudad gracias a los árboles que crecen en su cima. La torre tiene 45 metros de altura, para llegar a la cima tendrás que subir 230 escalones. Aunque la subida puede resultar un poco exigente, no te desanimes, ¡porque la vista que podrás disfrutar desde arriba vale cada esfuerzo! Precio de la entrada: 8€

Esta plaza se caracteriza por tener forma elíptica y se accede a ella a través de cuatro puertas abovedadas. Aunque ya no son visibles los restos, bajo la plaza se encuentran los cimientos del antiguo anfiteatro romano que data del siglo II d.C. y en el que se celebraban luchas de gladiadores.

La Basílica de San Frediano es uno de los lugares de culto más antiguos de Lucca. Según la tradición, fue fundada por el mismo San Frediano, un príncipe irlandés que, tras haberse convertido en eremita en el Monte Pisano, fue uno de los primeros obispos de la ciudad entre los años 560 y 588. La primera mención de la basílica se remonta al año 685, cuando se la cita como “basílica Longobardorum”. Precio de la entrada: 3€