El viaje comienza en la base de las espectaculares cataratas de Aniwhenua, una hermosa cascada enmarcada por escarpadas paredes de roca. Los más aventureros pueden comenzar su viaje saltando al río desde una serie de puntos de salto a varias alturas. Para los menos aventureros, puedes bajar a pie por las rocas hasta la orilla del agua.

Este es solo el comienzo de los increíbles paisajes de Nueva Zelanda, con varias otras cascadas y bosques espectaculares que se exhiben a lo largo del viaje de 1,5 horas río abajo. Incluso existe la oportunidad de parar y tomar una ducha bajo una hermosa cascada de velo.

Los rápidos son rápidos suaves y ondulados con muy pocas rocas que evitar, lo que lo convierte en un excelente viaje para familias o para aquellos que buscan relajarse y disfrutar del paisaje. Intenta guiar la balsa o simplemente relájate y disfruta de la vista.