El “Ponale” es una tarjeta de visita extraordinaria para esta propuesta. En el pasado era el único camino de acceso a Val di Ledro, y se obtenía cavando en la roca a lo largo de los lados de nuestro fiordo. Nos lleva a pedalear con total seguridad con vistas al lago de Garda, sorprendiéndonos en cada curva, tanto en las etapas de subida como en las de bajada. Un crimen venir a Garda sin visitarla; advertimos que puede ser adictivo. Luego entraremos en el Val di Ledro, inicialmente a lo largo de un estrecho desfiladero atravesado por el arroyo Ponale, que luego se abrirá frente a nosotros mostrándonos su hermoso lago alpino. Al igual que ocurre con el lago Tenno, en los días más calurosos será difícil resistir la tentación de darse un chapuzón en sus aguas cristalinas.