Un masaje de cuerpo completo implica un enfoque terapéutico integral, con el terapeuta dirigiéndose a todo el cuerpo durante la sesión. Estas sesiones prolongadas suelen durar un mínimo de 120 minutos y proporcionan tiempo suficiente para dirigirse a todos los grupos musculares principales, incluidos la espalda, los hombros, las piernas, los pies, los brazos, las manos y el cuello. La duración prolongada asegura que cada área reciba atención enfocada, promoviendo la relajación, el alivio muscular y el equilibrio corporal general. Este tratamiento exhaustivo está diseñado para mejorar la circulación, aliviar la tensión muscular y mejorar la flexibilidad en todo el cuerpo.