Se encuentra en el oeste de la isla de La Palma, en el valle de Aridane, en el lado de sotavento y soleado de la isla, lo que constituye una ubicación muy favorable, además de que la parte occidental de la isla está bastante irrigada y tiene pendientes más bajas que en las áreas restantes, y de ahí el nombre de la ciudad.
Es la ciudad con más población de la isla, superando a la capital (Santa Cruz de La Palma).
Es la capital económica de La Palma debido a su importancia en áreas como la agricultura y el turismo. La ciudad se extiende desde la Plaza de España, donde hay algunos laureles indios que se consideran los más antiguos de las Islas Canarias y la iglesia de Los Remedios. Detrás está la llamada Plaza Chica, con una fuente de piedra tallada. En lo alto de la ciudad se encuentran las calles Fernández Taño y Calvo Sotelo, con pintorescas casas bajas de estilo canario.
Con más de 500 años de historia, el trazado urbano de Los Llanos de Aridane se aplicó conscientemente alrededor de 1521 a la manera de las fundaciones coloniales del Nuevo Mundo. Este centro de población comenzó a formarse alrededor de la parroquia local, la Iglesia de Los Remedios, en medio de las tierras más llanas y fértiles para el cultivo de cereales. La arquitectura tradicional de Los Llanos, tanto civil como religiosa, tiene un gran interés patrimonial con innumerables propiedades que vale la pena preservar y proteger.
Nuestro recorrido cubre la Plaza de España, el corazón de la ciudad y los pulmones de la vida cotidiana de los habitantes. Está rodeado de los laureles indios más antiguos de las Islas Canarias y de las palmeras reales traídas de Cuba por «los indianos».
A continuación visitaremos la Iglesia de Los Remedios, construida por los primeros conquistadores castellanos en el siglo XVI. Su interior alberga la tabla flamenca de la patrona del municipio, la Virgen de los Remedios. Continuaremos por la Plaza Chica con su hermosa fuente de piedra tallada hasta continuar hacia la parte alta del municipio. A lo largo del camino, se puede apreciar la belleza de las pequeñas casas con arquitectura típica canaria, casas de planta baja, alegres, coloridas y únicas en su estilo.
No solo recorreremos el elegante casco antiguo, sino que también visitaremos los extraordinarios grafitis de artistas de renombre mundial que decoran las paredes y los edificios, tanto modernos como antiguos. Los amantes del «arte callejero» disfrutarán y se deleitarán con esta ruta mural que el Ayuntamiento puso en marcha hace más de 20 años. Con la intención de lograr un «Museo al aire libre», más de 35 obras van desde artistas locales como Carmen Cloguen, hasta artistas nacionales como Javier Mariscal o artistas internacionales como Boa Vista, el francés Louis Lambert o el prestigioso alemán Albert Oehlen. Grafitis, fotografías, murales de dimensiones asombrosas, incluso esculturas como la de Fernando Bellver.
