El castillo de Carisbrooke tiene historias que intrigan a cualquier visitante. Esta poderosa fortaleza medieval fue la prisión de un rey trágico y el hogar de la hija menor de la reina Victoria. Fundado alrededor de 1100, el castillo fue clave para la defensa de la Isla de Wight durante más de nueve siglos.
Primero, disfruta de una visión general de las personas y los eventos que han dado forma a la historia del castillo viendo una película introductoria. Luego, patrulla las almenas y sube los empinados escalones que suben al enorme montículo del castillo para disfrutar de unas vistas inigualables desde la fortaleza normanda.
Explora la poderosa garita medieval y las ruinas de la mansión de Carey. Descubre los edificios domésticos originales de la fortaleza, adaptados por los residentes posteriores. Vea la habitación de la que Carlos I intentó escapar, pero se quedó atrapado en las rejas de la ventana. Disfrute del jardín de la princesa Beatriz, de estilo eduardiano, con su fuente y plantas decoradas con los intensos colores de las armas reales.
No olvides saludar a los burros de Carisbrooke en su recorrido diario de 6 minutos por la noria hidráulica, lo que demuestra cómo se utilizó durante siglos para extraer agua del pozo del castillo. Por último, admire la estatua del caballo de guerra Warrior, cedida a English Heritage como parte de la conmemoración del centenario de la Primera Guerra Mundial.