El personaje eterno de Ian Fleming, «Bond», James Bond, viajó a ciento cuarenta y seis lugares en cuarenta y nueve países, pero tuvo la oportunidad de visitar la capital de la Tierra, Estambul, tres veces más que cualquier otro país extranjero. Puede considerarse una coincidencia o una necesidad debido a sus funciones en el MI6, sin embargo, es obvio que Estambul es su favorita.
Estambul desempeñó un papel vital en las misiones de Bond mientras perseguía a sus villanos y, fuera cual fuera su oponente, ella siempre estaba ahí para calmar el caos a la altura de la voluntad de 007 y que pudiera llevar a cabo importantes actuaciones para triunfar.
Para alguien que tiene «licencia para matar», Bond siempre tiene un buen gusto por la vida y, por suerte, sus misiones en Estambul lo llevaron a ponerse al día con el esplendor histórico de la ciudad, a pesar de que siempre ha estado contra la línea de fuego.
¡Y esta excursión especial te dará la oportunidad de compartir el sabor de la vida de Bond!
- Torre de la Doncella: Construida para proteger a una princesa, la Torre de la Doncella se convirtió en una perla en el estrecho del Bósforo. A pesar de su belleza, Tower no logró mantener viva a la princesa, sino que se quedó quieta para que los visitantes la visitaran.
- Plaza Eminonu: Un barrio que se convirtió en un asentamiento crucial para el transporte y el comercio a lo largo de la historia. Como fue ocupado entonces por genoveses, venecianos, romanos u otomanos, todavía lo está ahora por una multitud cosmopolita en la Turquía moderna.
- El Deutsche Orient Bank: después de Londres, la capital económica mundial, el Deutsche Bank decidió avanzar y expandirse en el mundo, abriendo su sucursal en Estambul en 1909. Su edificio era único en todos los sentidos, ya que fue uno de los primeros ejemplos de edificios hechos con cemento.
- Estación de tren de Sirkeci (Orient Express): La estación, donde se encuentra el Orient Express, se construyó debido a una necesidad militar, construida después de la Guerra de Crimea, a finales de la era otomana.
- Museo de Santa Sofía: único lugar en la tierra donde las dos religiones sagradas, el Islam y el cristianismo, viven en armonía. Hito único para presenciar juntas marcas y pinturas islámicas y cristianas.
- Mezquita Nûr-i Osmânî: el barroco otomano fue encarnado por primera vez por un maestro y un colega artesano y se convirtió en la cuarta cúpula más grande de Estambul.
- Gran Bazar: Con raíces del siglo XV, el bazar tiene su reputación de ser uno de los bazares cubiertos más antiguos del mundo.