Comenzaremos nuestra velada con un poco de historia, familiarizándote con este asombroso fenómeno. Esto incluirá la ciencia y la tradición que rodea a la bioluminiscencia.
Luego, cuando caiga la noche, nos dirigiremos a darnos un refrescante chapuzón muy cerca de la orilla. Armados con trajes de neopreno, boyas de natación y luces, abrazaremos las aguas, con la esperanza de estar rodeados por la luminiscencia natural que, a lo largo de los años, se ha convertido en parte del legado de West Cork. Nos quedamos en agua en la que los participantes puedan pararse o que esté a menos de 10 m de la costa, pero los participantes deben poder nadar.

Pero la noche no termina con el chapuzón. Cuando regresamos a la arena, nos espera una fogata que proyecta su cálido resplandor sobre la playa. Es aquí donde nos instalaremos, tomaremos una reconfortante bebida caliente y compartiremos historias sobre el mar, la tierra y las personas que la han llamado hogar.