Un día completo para aprender cómo viven hoy las comunidades del Valle Sagrado, herederas de un pasado milenario y de una tradición colonial. También visitaremos la comunidad de Misminay, donde disfrutaremos de un valioso intercambio cultural y conoceremos de cerca el estilo de vida tradicional andino. Sus habitantes nos recibirán con su calidez característica entre la música y los bailes típicos, para luego invitarnos a participar en sus diferentes actividades diarias. La aventura comienza cuando nos dirigimos al sitio arqueológico de Moray en bicicleta, disfrutando del hermoso paisaje montañoso.

Durante el Tahuantinsuyo, el sitio arqueológico de Moray, que se asemeja a un anfiteatro natural, funcionó como laboratorio y centro de investigación agrícola según algunos estudios. Sus enormes terrazas concéntricas y la variedad de microclimas que crearon permitieron el crecimiento de una gran variedad de cultivos. En las bicicletas regresaremos a la ruta y nos detendremos en un punto del camino para disfrutar de un picnic con una vista espectacular. Continuaremos la ruta hacia las minas de sal de Maras, donde se recolecta la codiciada sal de Maras, una de las mejores del mundo. Veremos casi 3,000 piscinas que en la época de los incas eran un importante centro para la economía imperial. Hoy en día sigue siendo una valiosa fuente de ingresos para cientos de familias. Con impresionantes vistas panorámicas del mosaico de terrazas y estanques, Maras ofrece el escenario perfecto para los amantes de la fotografía.