Una vez que todos lleguen, iremos a nuestra cocina abierta que se encuentra arriba del restaurante. Allí informaremos a los invitados sobre las recetas del día y comenzaremos una preparación ligera. Después de hacer algunos preparativos, daremos un paseo hasta el centro del mercado para comprar los ingredientes que aún necesitamos para la clase de cocina. La caminata puede incluir una parada en una pescadería, una quesería y una carnicería. Todo depende de las recetas del día. Luego regresamos a nuestra cocina totalmente equipada y con aire acondicionado para arremangarnos y cocinar juntos. Su anfitrión comparte algo de la cocina de sus recuerdos de la infancia. Tendrá la oportunidad de descubrir y preparar algunas recetas tradicionales maltesas. Se trata de una actividad práctica en la que se espera que los invitados participen en la preparación de auténtica cocina casera, aperitivos salados como pastizzi, una ftira de Gozitan y turrón tradicional. Después de cocinar disfrutaremos del fruto de nuestro esfuerzo a modo de almuerzo acompañado con un poco de agua y una copa de vino o cerveza. Los invitados recibirán una copia de todas las recetas, así como un recuerdo de comida para llevar a casa.