En la cultura china, un proverbio famoso dice: “El dragón tiene nueve hijos, y cada uno es diferente”. Aunque nacieron de un dragón mítico, ninguno se parece a su padre; en cambio, cada uno tiene una apariencia, temperamento y papel simbólico únicos. Maestros y artesanos del Feng shui colocaron a estos hijos de dragón en lugares arquitectónicos específicos (templos, azoteas, tumbas, puertas) dependiendo de su naturaleza. Cada hijo tiene una historia, un propósito y un lugar — tejido en el tejido arquitectónico y espiritual de los espacios chinos.

Ven con nosotros y descubre el mito dentro de la ciudad: un hijo dragón a la vez.