Castel Sant’Angelo fue construido originalmente como una tumba monumental para el emperador Adriano. Ya durante el Imperio Romano tardío se convirtió en una fortaleza por su tamaño y ubicación estratégica al norte de la ciudad, de donde provenían la mayoría de las invasiones. Luego se convirtió en una fortaleza papal inexpugnable durante la Edad Media y mejoró durante todo el tiempo del renacimiento, con una gran guarnición, cárceles y apartamentos papales. Este castillo está directamente conectado al Vaticano por medio de un pasadizo cubierto llamado "Passetto di Borgo". El papa usaría esta entrada para refugiarse en el castillo. Los apartamentos papales fueron diseñados específicamente para que el papa se sintiera cómodo durante su posible estadía en la fortaleza. La variedad de propósitos y su continuidad de uso a lo largo de los siglos hacen del Castillo Sant'Angelo uno de los monumentos más encantadores e icónicos de la Ciudad Eterna. Al visitar este lugar, básicamente puedes disfrutar de toda la historia de Roma, todo de una vez.