A medida que se mueve entre degustaciones, su guía dará vida al casco antiguo, compartiendo historias sobre la majestuosa catedral de Palma, las antiguas murallas y los callejones menos conocidos que la mayoría de los visitantes nunca encuentran. Verás la ciudad desde una perspectiva local, a través de su comida, su pasado y su gente.

Descubre por qué esta experiencia está clasificada como el Tour gastronómico #1 en Palma de Mallorca, un delicioso viaje que combina historia, cultura y auténticos sabores locales. Liderado por apasionados guías locales, este tour a pie te invita a ver Palma a través de los ojos (y papilas gustativas) de alguien que realmente lo ama. Pasee por las calles empedradas del casco antiguo, visite conventos centenarios y pruebe platos tradicionales que cuentan la historia de la isla, desde dulces hechos a mano hasta tapas, vino local y el emblemático postre ensaimada. Más que una degustación, es una auténtica inmersión cultural : pequeños grupos, porciones generosas, e historias sentidas que hacen que cada parada sea especial. Al final, sentirás que has descubierto la Mallorca real, un bocado a la vez.

Entra en uno de los conventos más antiguos de Palma, donde las monjas de clausura han horneado galletas y dulces hechos a mano desde el siglo XIII. A través de una pequeña ventana giratoria, recibirá sus golosinas, una tradición única que ha sobrevivido durante siglos. Prueba sus delicadas creaciones mientras aprendes la fascinante historia detrás de esta pieza viva del patrimonio mallorquín.

Continúa por estrechas calles empedradas hasta llegar a una de las plazas más antiguas de Palma. Aquí probarás dos de los bocados más emblemáticos de la isla : panadas (pasteles salados) y pan rústico con sobrasada, el famoso embutido curado de Mallorca. Cada bocado cuenta una historia de agricultura local, recetas familiares y orgullo isleño.

Adéntrate en el corazón de la vida diaria de Palma, el vibrante Mercat de l’Olivar. Pasee por los puestos apilados con mariscos, frutas y especias, empapándose en el ambiente auténtico. En las inmediaciones, se sentará a disfrutar de una degustación de tres tapas frescas de temporada maridadas con una copa de vino local. Es la combinación perfecta de cultura y cocina.

Cerca de la tranquila plaza de Sant Francesc, descubre una de las heladerías más tradicionales de Palma. Aquí disfrutarás de una cálida ensaimada servida con helado de almendras, una combinación clásica que los lugareños adoran, y un pequeño chupito de licor mallorquín para brindar por el final de tu viaje culinario.

Su recorrido concluye en la encantadora Plaza del Cort, sede del Ayuntamiento de Palma y siglos de historia. Es hora de una foto de grupo, algunas últimas risas y una sorpresa final de su guía: el final perfecto para un día lleno de sabor, amistad y descubrimiento.