El hotel está en muy buena situación, cerca de la plaza San Marcos y otros puntos de interés. La zona en la que se encuentra está llena de sitios para comer a buen precio, como los “pasta to go”
Además se encuentra a unos 10 minutos andando de la zona Universitaria en la que se encuentra la vida nocturna y los lugares más económicos para comer o probar el famoso spritz.
En cuanto al hotel el personal es súper amable, llegamos más pronto de lo previsto, a las 10.30 de la mañana, y a los 5 minutos tenían nuestra habitación preparada. Estaba en la otra parte del hotel, la parte nueva, que era un antiguo palacio.
La habitación es Algo pequeña, pero no se necesita realmente más, la cama es grande y súper cómoda y además dispone de un armario para la ropa, el baño es amplio y en muy buenas condiciones.
El desayuno tiene un horario amplio, está en la 1 planta del hotel y además está lleno de una gran variedad y todo buenísimo para empezar el día con gran energía!
Al día siguiente nuestro avión no salía hasta por la tarde así que los chicos de recepción nos guardaron las maletas todo el día sin problemas.
Si volviéramos sin duda nos quedaríamos aquí de nuevo.