Súbete a un kayak o sal de pesca en las tranquilas aguas del segundo lago más grande de Nueva Zelanda. Contempla las coloridas aves nativas o haz una excursión nocturna por las cuevas de luciérnagas en la pintoresca Te Anau. Utiliza la ciudad como base para explorar los fiordos y senderos de la zona o relájate aquí durante algunos días mientras disfrutas de los tranquilos senderos y excelentes restaurantes.
Te Anau también es conocida como el punto de partida hacia Fiordland, aunque la ciudad y los alrededores valen la pena que les dediques al menos un día. La atracción principal es el magnífico Lago Te Anau. Al igual que muchas de las atracciones de Fiordland, el lago fue originado por un glaciar. Tiene la increíble profundidad de 417 metros (1,368 ft) en su punto más profundo. Renta un kayak y explora el lago. En los cálidos meses de verano, podrás nadar en las refrescantes aguas del lago.
Asegúrate de pasear por el Parque de Vida Silvestre Te Anau, donde podrás contemplar los coloridos pájaros kaka y tui. Quizás tengas la suerte de vislumbrar un takahe, un ave no voladora. El parque de Te Anau es uno de los pocos lugares donde podrás ver este exótico pájaro en libertad.
Si lo que buscas es una experiencia única, no te pierdas las espeluznantes cuevas de luciérnagas. Únete a las excursiones que comienzan con un recorrido en barco por el lago hasta llegar a una tranquila gruta. Luego, podrás visitar una red de túneles subterráneos. Una vez que tus ojos se acostumbren a la oscuridad, podrás ver constelaciones de miles de minúsculas luciérnagas adheridas al techo de las cuevas. El guía experimentado te contará la historia de las cavernas, que fueron redescubiertas en 1948. La excursión dura aproximadamente dos horas.
Debido a su reputación entre los visitantes como punto de partida hacia Milford Sound, Te Anau cuenta con una amplia selección de restaurantes y cafés, como también algunos hoteles y spas de lujo. Durante los meses cálidos, se recomienda reservar el hospedaje con anticipación.