Es un 4 estrellas que en España sería un 2/3 estrellas, antiguo, pero limpio y con un buen desayuno. Nosotros solo dormíamos y desayunábamos.
Nos quejamos de que la calefacción no funcionaba dos veces, la primera no hubo respuesta, la segunda nos indicaron que en esas fechas (abril) ya no estaba en funcionamiento. Nuestras vacaciones coincidieron con una época de frío, nada habitual en esas fechas en Roma, "un caso excepcional" según la recepcionista y que podrían haber hecho una excepción ante esos días de frío. Pasamos frío.
Por lo demás bien. muy bien comunicado, está junto a la terminal de trenes y autobuses, y cercano a zonas turísticas.