La República Checa cuenta con una fascinante combinación de aspectos opuestos: ciudades medievales perfectamente conservadas y una moderna cultura artística. La ciudad capital de Praga es un claro ejemplo de esta fusión. Aquí, la literatura y la arquitectura de Franz Kafka y Frank Gehry se fusionan con las catedrales y los angostos callejones adoquinados del siglo XIV. Visita otras pequeñas ciudades de la República Checa con raíces medievales que también son testigo del creativo y frenético siglo XX en el país.
El centro histórico medieval de Praga es una de las atracciones turísticas más populares de Europa. El extenso Puente de Carlos del siglo XIV, un Reloj Astronómico construido en 1410 que todavía funciona y el Castillo de Praga ubicado en la cima de una colina y visible desde toda la ciudad, te harán creer que Praga no ha sido tocada desde hace siglos. Podrás experimentar una sensación similar en la antigua ciudad de Český Krumlov. Esta ciudad, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, cuenta con una distribución y un estilo arquitectónico que prácticamente no sufrieron cambios desde la Edad Media.
Junto a las antiguas construcciones de la República Checa se encuentran los indicios de su dinámico siglo XX. Uno de los edificios más experimentales del arquitecto modernista Frank Gehry es la Casa Danzante, ubicada a orillas del río en Praga.
Visita la ciudad de Brno, donde podrás ver un maravilloso ejemplo del diseño de la década de los 20, la angular Villa Tugendhat. Si quieres ver uno de los mejores casos de fusión entre lo viejo y lo nuevo en la República Checa, recorre el Castillo de Konopiste, ubicado al sur de Praga. El archiduque Francisco Fernando vivió allí durante algún tiempo. Más adelante funcionó como cuartel de la SS durante la ocupación alemana.
Además del arte y la arquitectura, la República Checa es conocida por su cultura del esparcimiento. Karlovy Vary es uno de los destinos de spa más grandes de Europa y cuenta con más de una docena de aguas termales y grandes hoteles. Relájate en resorts que hospedaron a personas como Goethe y Beethoven. Visita Pilsen, donde se inventó la cerveza pilsner. Haz una excursión por las instalaciones donde se sigue fabricando la primera cerveza pilsner del mundo, Pilsner Urquell, y prueba la bebida directamente desde el barril.
Para llegar a Praga, puedes viajar en tren o avión desde la mayoría de las ciudades europeas. Viaja en el tiempo con una visita a este país de arquitectura medieval y arte modernista.