El hotel es muy lindo, con muchos detalles para los niños como baldes para la playa peluches, bata y pantuflas para niños. Hay actividades todo el tiempo y un Kids club. Las habitaciones son grandes y hermosas, las camas cómodas. Esta en un ambienta natural, por lo que se ven animales todo el tiempo, incluso monos, lo que es genial para los niños. El hotel es gigante y se puede acceder a todas las instalaciones. A pesar de lo grande que es, funciona perfecto y las personas que trabajan son muy amables. En espacial la persona a cargo del restorant Le Feur, Miguel Quezada, amable y resolutivo un amor.
El buffe del pirata muy rico y variado la persona a cargo amable y dispuesta, me ayudó a celebrar el cumpleaños de mi hijo.
La heladería deliciosa
Lo único malo pero HORRIBLE es la playa, llena de zargazo y el mar es color marrón y el olor asqueroso. El hotel debería invertir en mejorar y mantener la playa, no me puede ni bañar