Situado cerca del Moulin Rouge y de Montmartre, buena base para conocer el barrio. El aspecto general del hotel es correcto, pero el servicio prestado dejaba que desear. Teníamos contratada una estancia más bien larga, 6 días, por lo que pensamos que hubiera sido un buen detalle darnos una buena habitación dentro de las disponibles, que eran todas. En cambio, la habitación fue la peor: pequeña, interior, lavabo minúsculo, ducha atascada, secador que no funciona, un día no repusieron toallas... El wifi no funcionaba, y el personal sólo entendía francés y algo de inglés, pero no había un pleno entendimiento por su parte. No tienen servicio de desayuno. El precio muy caro para el servicio que presta el hotel