Sumérgete en este tesoro de Dakota del Norte para que veas el arte, la aventura y aproveches las oportunidades de caza en lo vasto de Norteamérica. Grand Forks es una ciudad que está sobre el Red River, a 233 kilómetros (145 millas) al sur de Winnipeg, Manitoba. Ven por los campos de golf, veredas de ciclismo y pesca en el río, y por el encanto amigable y relajado de los lugareños.
El centro de Grand Forks está diseñado en cuadrícula, lo cual hace que recorrerlo a pie o en coche sea muy sencillo. Comienza el día desayunando en uno de los varios cafés y panaderías del centro de la ciudad. Compra ropa y cachivaches en el Mercado de Grand Forks.
Ve algo del mejor arte de la región en Browning Arts o la Biblioteca Campbell. Visita el Centro Empire para las Artes, el cual lleva a cabo presentaciones de música y teatro, y que cuenta con obras de arte originales de grandes artistas como Andy Warhol. Las familias con niños pueden visitar el Centro de Diversión Familiar Northern Air, un parque con más de 90 trampolines.
Visita el Jardín de Mariposas y la Native Prairie Grassland (pradera) que está al sudeste del distrito central. Un jardín de 2,323 metros cuadrados (25,000 pies cuadrados) atrae a varias especies de mariposas diferentes, mientras las 12 hectáreas (30 acres) de praderas es hogar de flores silvestres y aves. Vete de excursión, observa a las aves y disfruta de un día de campo.
Juega al tenis o practica el tiro deportivo en el Complejo Deportivo Abbott o juega al golf en uno de los varios campos que tiene la ciudad. Pasea en canoa por el Red River o renta una bicicleta y recorre la vereda North Star de 16 kilómetros (10 millas). Esta vereda te llevará por un pintoresco circuito que pasa por planicies y arroyos del Parque Estatal Turtle River. En el frío invierno del norte, esta vereda se transforma en un famoso circuito de esquí a campo traviesa.
Los residentes de Dakota del Norte son conocidos por su amor a la caza. Reserva un recorrido de caza de codornices o uapitíes en los campos alrededor de Grand Forks. Al atardecer, siéntate a orillas del Red River con una bebida en la mano y una caña de pescar en la otra y disfruta del pintoresco paisaje que caracteriza a Dakota del Norte.