El hotel está bonito, de moda, tuvimos un corner room en el piso 24 con una vista muy bonita, prácticamente teníamos el Empire State Building en frente. El cuarto estaba muy, pero muy pequeño, pero ya lo sabíamos al reservar. El baño igual está muy pequeño y en realidad no hay privacidad. Pero en general fue una buena experiencia, volvería a quedarme en este hotel.