Brookfield Zoo

Foto proporcionada por Jim Schulz/Chicago Zoological Society.

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Visita una sabana africana, el interior de Australia conocido como Outback y las profundidades del océano, todo en una sola tarde.

El zoológico de Brookfield ocupa más de 87 hectáreas en el suburbio de Brookfield, a 19 kilómetros al oeste del centro de Chicago. Cuenta con hábitats de apariencia natural para una colección grande y variada de animales: desde osos pardos y canguros, hasta grandes felinos y pericos raros. Puedes ir en auto o transporte público y puedes recorrerlo durante la mañana (cuando los animales están más activos) o quedarte todo el día.

Hay dos entradas: una del lado norte y otra del lado sur del zoológico. Asegúrate de tomar un mapa en la taquilla y de recordar cuál fue la entrada que usaste. Ponte tus zapatos más cómodos. Si caminar no es tu fuerte, compra un boleto para los tranvías Motor Safari, que tienen rondas programadas. Sube y baja a tu gusto en cuatro diferentes paradas dentro del zoológico.

Te recomendamos la presentación de los delfines, que se lleva a cabo dos veces al día. Aunque tiene un pequeño costo adicional, vale mucho la pena. Verás cómo sus experimentados entrenadores interactúan con los delfines y hacen graciosos trucos. Hay muchas otras presentaciones durante el día, entre ellas, la oportunidad de alimentar a los gorilas y "pláticas" con los pingüinos. Revisa los horarios en la página de Internet oficial del zoológico.

Hay dos secciones interactivas especiales para niños, donde pueden acercarse a los armadillos, los caballos, las vacas, los lémures y los reptiles: el Children’s Zoo y el Hamill Family Play Zoo. Están uno junto al otro en la esquina sudoeste del parque.

Al norte de esa área encontrarás a los grandes felinos y a las focas. Los animales con pezuñas (cebras, camellos y burros) están junto a los canguros, emús y avestruces en la zona del Outback. Hacia la parte oeste está la Sabana africana (jirafas, cerdos y osos hormigueros) y el Gran Páramo del Oso, que tiene osos polares y pardos.

Una vez que hayas visto todos los animales que puedas, date tiempo para relajarte en el pacífico entorno del parque. Hay un área de comida y vendedores de bocadillos repartidos por todo el parque. También puedes traer tu almuerzo de casa.

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