Nos hospedamos con mi pareja en una habitación con vista al lago, muy linda y con todo lo necesario para pasar una estadía placentera (heladera, pava eléctrica, jacuzzi, tv, buen wifi, etc). SPA muy completo. El servicio muy amable en todo momento.
Un par de cosas que no me gustaron.
El desayuno no está al nivel de un hotel de esta categoría, en especial la pastelería no es muy buena.
No cuidan algunos detalles de atención al momento del desayuno. Por ejemplo en las mesas siempre faltaba algo que había que tomar de otra mesa (vaso, cuchillo, servilleta...). Si uno quiere huevo revuelto hay que pedirlo a las mozas, lo traen a la mesa (bien!), pero sin tenedor (mal!), qué hay que levantarse a buscarlo a la mesa de los dulces. Detalles que pueden mejorar.